martes, 14 de febrero de 2017

Nueva entrevista a Oldfield en ABC


Una nueva y jugosa entrevista que nos ofrecen en el diario ABC sobre Mike, donde Oldfield nos vuelve a comentar como se gestó éste disco que ha desbancado del número 1 al mismísimo Melendi (...).

Destacamos éstas frases:

Creo que la decisión de volver a Ommadawn surgió de una encuesta en las redes sociales.

Sí, les pregunté a mis fan a través de Facebook cómo debería ser el siguiente disco de Mike Oldfield, y hubo una gran mayoría que pidió un regreso a aquel disco.

Es curioso, pensé que las redes sociales no le harían mucha gracia.

¿Y por qué demonios no iban a gustarme?

Pensaba que se fue a vivir a Las Bahamas precisamente para aislarse un poco del mundo.

¿Así es como te gustaría que estuviera, aislado?

No, no me malinterprete, era sólo una impresión. Siguiendo con el disco... la composición, la grabación, la mezcla, todo el proceso tuvo lugar en Bahamas. ¿Crees que el entorno de la isla afectó de alguna manera a su forma de trabajar?

No, en absoluto. Sigo teniendo la misma habilidad que tenía hace 40 años, da exactamente igual donde esté, trabajo siempre igual.

Ha tocado más de veinte instrumentos en el disco, ¿cuál ha sido el más difícil, y cuál el que más ha disfrutado?

Buena pregunta. En realidad no hubo ninguna parte difícil, fue todo muy disfrutable. Lo más trabajoso fue recuperar mis dedos, porque hacía mucho tiempo que no tocaba, varios años. Así que mis dedos se habían vuelto demasiado suaves y tuve que volver a hacer callo. Empecé a practicar escalas, acordes, e improvisé durante al menos una hora al día durante tres meses antes de empezar a trabajar a fondo. Y me he dado cuenta de que tengo que tener cuidado con mis dedos, porque ya no volverán a ser tan fuertes como solían ser. Pero como decía, todo ha sido muy disfrutable, también porque me hice con unas pantallas gigantes en las que podía ver todos los fragmentos de cada uno de los dos actos sin tener que estar haciendo scroll en una pantallita de ordenador. Eso facilitó mucho las cosas. En este caso la tecnología me ha hecho un favor, porque jamás hubiera podido hacer este disco sin ella. ¡Esas pantallas no existían hace diez años (risas)!

¿Le gustaría presentar el disco en directo?

No, de ninguna manera. Necesitaría unas veinte copias de mí mismo (risas).

Pero podría hacerlo con una orquesta dirigida por usted.

Mmm... Es una idea, pero creo que sólo estaría dispuesto a hacerlo con la Orquesta Sinfónica de Euskadi, como aquella vez que presenté «Music of the Spheres» en el Museo Guggenheim hace ya casi diez años. Fue una maravilla.

Lo sé, tuve la suerte de estar allí.

¿De verdad? ¡Increíble! Fue una de las mejores cosas que he hecho en mi vida. Quizá podría hacer un concierto a través de internet, con ellos tocando en el Guggenheim y yo participando desde mi casa, a través de una pantalla. No me apetece mucho salir de aquí (risas).

Termino con una pregunta incómoda. ¿Cree que después de aquella trilogía de lo setenta perdió la perspectiva como artista?

Sí, porque el mundillo de la música se volvió en contra de mi forma de hacer música. En la industria empezaron a aparecer tipejos malencarados, muy agresivos y sin sensibilidad, y pensé que el mundo se había vuelto loco. Mi música empezó a ser despreciada más y más, y llegó un punto en el que no tenía sentido publicar más discos instrumentales, porque hubieran sido brutalmente atacados. Empecé a volverme más mainstream, a escribir canciones como las que podría haber escrito cualquier otro. Así que sí, perdí la perspectiva como artista. Fue entonces cuando me llegaron éxitos como «Moonlight Shadow». Por eso, si «Return to Ommadawn» fuese un éxito de ventas me sentiría extraordinariamente satisfecho. Sería como si el público me diese permiso para volver a ser el que era antes, para volver a ser el Mike Oldfield de los años setenta.


Por otro lado, The Guardian ha dedicado un artículo a varios artistas que han hablado de cuales fueron sus primeras canciones de amor, entre ellos, el propio Oldfield que nos cuenta una historia muy bonita sobre cómo fue su primer amor y la canción que le inspiró a ello, y que de hecho, versioneó años más tarde, Wonderful Land.


Mike Oldfield – Wonderful Land, by the Shadows (1962)

Mi primer amor fue Liz Taylor. No la Liz Taylor famosa, sino una de Reading. Yo tendría unos 9 años y se acababa de publicar "Wonderful Land". A mí me pareció la cosa más maravillosa del mundo. Quería tocar la guitarra como Hank Marvin. Un día, estaba jugando en un parque con un amigo y llegaron dos niñas que iban a montarse en los columpios. Una de ellas propuso que fuéramos a dar un paseo. Así que fuimos a pasear bajo la lluvia y allí, debajo de un castaño de Indias, me di mi primer beso. Fue muy tierno e inocente.

Después grabé una versión de esa canción. Y casi llego a conocer a la otra Liz Taylor. Aquello pasó cuando estaba en mi periodo ermitaño, hacia 1975, cuando vivía en Herefordshire. Recibí un telegrama en el que me invitaban ella y Richard Burton a su yate en Antibes. ¿Y sabes qué? Decliné la propuesta. Tenía miedo. No me sentía seguro y no me gustaba viajar. Me he arrepentido toda la vida.

Gracias a fairlight del foro www.mike-oldfield.es por la traducción.

2 comentarios:

  1. Genial! Pero quiza debería hacer un concierto online desde Guggenheim (con los músicos online desde otros puntos del mundo a la vez). Al menos volveria por estos lares jeje..
    Cambiando de tercio: en Crises (tema instrumental) hacia la tercera sección- entiendase tras la sección watcher and the tower- llega una secuencia melodica que Mike repite varias veces, desde pocos sonidos hasta su crescendo... Bien, pues cada vez más veo un mas que razonable símil con la melodía de la canción de Beatles "Hello Godbye" (música del estribillo).O a lo mejor es mi subconciente.Saludos a todos

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